Entre fármacos de idéntica composición
Si en España se hubieran consumido ciertos productos farmacéuticos en lugar de otros más caros con idéntica composición, los usuarios y la Seguridad Social se hubieran ahorrado más de 2.000 millones de pesetas. A este resultado llega un estudio realizado por EL PAIS sobre una muestra de sólo dieciséis grupos de medicamentos. Si el estudio se ampliase a todos los casos en los que hay idéntica formulación del producto, pero diferente precio, según los laboratorios, la cifra gastada de más sería verosímilmente muy superior.
A lo largo del presente trabajo se han comparado dieciséis grupos de medicamentos. En cada grupo hay diversos productos fabricados por distintos laboratorios con precio diferente, pero en todos los casos con idéntica composición; es decir, cuando se comparan productos, éstos tienen la misma sustancia activa, la misma dosis y la misma presentación.Por lo que respecta a los precios que se indican, han sido tomados del Vademécum Internacional Daimon de 1981. El número de unidades vendidas en el año 1980 han sido tomadas de una de las publicaciones que sobre el mercado farmacéutico español se editan para información de la industria farmacéutica.
Hay que considerar que el origen de las importantes diferencias de precio en productos idénticos estriba en el hecho de que los productos más caros fueron presentádose a registro los primeros, siendo autorizados tales precios mas altos por la autoridad farmacéutica en función del alto coste de la materia prima declarada. Si más tarde otros laboratorios, o el mismo que hizo el primer registro, fabrican más barata dicha materia prima, pueden poner un precio inferior.
Todo lo cual podría ser perfectamente aceptable si, según las leyes habituales del mercado, a igualdad de producto se vendiese más el más barato. Pero ocurre precisamente lo contrario: el más caro es el que más se vende, y a veces con diferencias realmente sorprendentes. Hasta el punto de que si se hubiesen consumido los productos más baratos de cada uno de los dieciséis grupos de medicamentos de nuestro estudio, sólo en el año 1980, y para estos productos, los españoles nos hubiéramos ahorrado 2.000 millones de pesetas, cantidad que ha ido a engrosar las arcas de los laboratorios que venden más caro.
La explicación de tan aparente anomalía económica estriba precisamente en estos beneficios realizados contra natura. Los laboratorios que venden en mayor cantidad y más caro, generalmente grandes multinacionales, disponen de la red de visitadores médicos más amplia y mejor dotada, y realizan mejores acciones publicitarias. En suma, inciden más veces y más adecuadamente en el médico que receta.
Una precisión a este respecto: de los dieciséis grupos de medicamentos analizados por EL PAIS, todos los laboratorios que venden más caro son multinacionales extranjeras, excepto Antibióticos, SA. Lo que nos lleva a una inmediata consecuencia, que es la progresiva desaparición de la industria farmacéutica nacional.
A este respecto es particularmente significativa la voz de alarma dada por el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, quien en reciente conferencia en el Club Siglo XXI denunciaba el cierre de 147 laboratorios españoles en los últimos cinco años. Y si la situación sigue así, en los próximos cinco años puede no quedar ya industria farmacéutica española, quedándose el fabuloso mercado de los medicamentos (la Seguridad Social ha presupuestado, para el año 1981, 111.704 millones de pesetas sólo para adquisición de productos farmacéuticos, y no hay que olvidar que el asegurado abona un 40%-de dichos productos) en manos de multinacionales extranjeras, que impondrán, ya impunemente, los precios que más les convenga, sin oposición alguna de laboratorios españoles, que podrían vender más barato.
Como puede apreciarse en el cuadro, Britapén 500 miligramos y Ampicilina Hubber 500 miligramos, tienen exactamente la misma composición (500 miligramos de ampicilina, en envases de dieciséis cápsulas). Sin embargo, Britapén, del laboratorio Beecham, cuesta 481 pesetas, mientras el mismo producto de Hubber cuesta 3 72. Lo curioso es que de Britapén se han vendido en 1980 1.3.10.000 unidades, mientras que la Ampicilina Hubber sólo vendió 122.0 00 unidades. Suponiendo que sólo se hubiera vendido Ampicilina 500 miligramos al precio de Hubber, la economía que se hubiera realizado habría sido la siguiente: 109 pesetas por 1,31 millones, 142.790.000 pesetas.
Si realizamos este mismo cálculo con los demás medicamentos de nuestro estudio, alcanzamos las siguientes cifras:
- Para la ampicilina en suspensión oral, de 250 miligramos por dosis.Britapén cuesta 371 pesetas y Hubber 318. Economía posible: 47.700.000 pesetas.
- Para 500 miligramos de amoxicilina(Amoxil) por cápsula, Ardine, de Antibióticos, SA, cuesta 599 pesetas; Amoxil, de Beecham, 569, y Raudopén, de Alter, 416. La economía podría haber sido de 389.3 10.000 pesetas de venderse los dos primeros productos al precio del tercero.
- Para la amoxicilina en suspensión oral de 250 miligramos por dosis, Ardine (dieciséis sobres) cuesta 477 pesetas, Amoxil 429 y Agerpén, de CEPA, 229 pesetas. Si los dos primeros se hubiesen vendido al precio del tercero, la economía podía haber sido de 449.385.180 pesetas.
- Para los expectorantes balsámicos, con 250 miligramos de amoxicilina y 4 miligramos de bromexina, Amoxil mucolítico vale 323 pesetas, Bisolvón Amoxicilina, de Fher, 299 pesetas, y Damoxicil Mucolítico, de Elmu, 200 pesetas. La economía posible asciende a, 178.776.000 pesetas.
- Para expectorantes balsámicos con 500 miligramos de amoxicilina y 8 miligramos de bromexina, Bisolvón Amoxicilina, de Fher, cuesta 530 pesetas; Amoxil Mucolítico, de Beechani, 506 pesetas; Ardine Bronquial, de Antibióticos, SA, 508 pesetas, y Amoxi-Gobens Mucolítico, de Normon, 376 pesetas. Si los tres primeros productos se hubiesen vendido al precio del cuarto, la economía podría haber sido de 236.922.000 pesetas.
-Realizando el mismo cálculo con Maxicilina Duplex, de Antibióticos, SA (213 pesetas),y Mucorex Ampicilina, de Berenguer-Beneyto (174 pesetas); Maxicilina 6001- de Antibióticos, SA (211 pesetas), y Cusipén Balsámico 600, de Cusí (104 pesetas); Abactrim, de Roche (299 pesetas); Septrim, de Gayoso Wellcome (299 pesetas); Edufrim, de EFEYN.(1 98 pesetas); Genticina, de Antibióticos, SA (219 pesetas); Gevramycin, de Schering ( 189 pesetas) y Gentamicina, de Llorente (174 pesetas); Genticina de Antibióticos, SA (545 pesetas) y Biogén, de Cusí (391 pesetas); Librium 10, de Roche (98 pesetas) y Omnalio, de Estedi (57 pesetas); Librium 5 (81 pesetas) y Hubberplex, de Hubber (56 pesetas); Valium 10, de Roche (153 pesetas) y Diazepán 10, de Prodes (75 pesetas)-' Valium 5 (119 pesetas) y Diazepán 5, de Leo (73 pesetas); Tagamet 60, de SKF (1.736 pesetas), Fremet 60, de Antibióticos, SA (1.732 pesetas), y Citius 60, de Prodes (1.591 pesetas), obtenemos una posible economía, si los productos hubiesen tenido el precio del más barato, de 575.337.000 pesetas.
Las farmacias venden los antibióticos más caros y sin receta
Las farmacias dispensan las marcas de antibióticos más caras y además sin receta, en contra de la ley, según una encuesta realizada por la Unión de Consumidores de España (UCE) en 90 oficinas de farmacia de 13 comunidades autónomas. La primera conclusión de esta organización es que los datos ponen en entredicho el tan esgrimido consejo farmacéutico al ciudadano" y contradicen la política de uso racional del medicamento propugnada desde la Organización Mundial de la Salud.El Consejo General de Farmacéuticos eludió ayer manifestarse sobre este informe de la UCE hasta no conocer en detalle su contenido, si bien consideraron que se trataba de un "ataque frontal" al sector.
La encuesta, presentada ayer, se basó en pedir en cada una de las farmacias seleccionadas amoxicilina, un antibiótico muy común utilizado en procesos respiratorios. En ninguna de ellas se solicitó la receta correspondiente para su dispensa, circunstancia que la UCE considera "muy grave". Primero, por contravenir todas las recomendaciones sanitarias internacionales, y en segundo lugar, porque en el caso de los antibióticos de amplio espectro "su eficacia se ve restada al hacerse un uso indebido de ellos", añade.
Una segunda cuestión analizada fue constatar si la persona que atendía en el establecimiento preguntaba al consumidor sobre sus síntomas, la marca que quería, si era alérgico a algún tipo de medicamento o si el destinatario era un niño. Pues bien, sólo en tres de las 90 farmacias visitadas hicieron alguna consulta al respecto. "En el 97,77% dispensaron el antibiótico sin aplicar ningún criterio farmacéutico", señala el informe de la UCE.
Precio medio
De las 88 cajas de marcas diferentes de amoxicilina que se dispensaron durante el estudio en los establecimientos analizados, el 56,63% correspondieron a las tres más caras del mercado: Amoxil, Eupen y Ardine. El gasto total de las 88 cajas ascendió a 46.551 pesetas, que de haberse ajustado a las marcas más baratas habría descendido a 34.760 pesetas, es decir, un 33,4% menos.
La UCE ha hecho un cálculo del precio medio por unidad a partir del gasto total de unas 529 pesetas, lo que supone "que tendríamos 20 marcas por debajo o de igual precio y otras 14 de precio superior", dice el informe. "Como se puede apreciar", puntualiza, "el abanico dentro de un medicamento genérico es lo suficientemente amplio como para tomar medidas que supongan ahorros considerables para el consumidor".
La UCE destaca, por último, que en ninguna farmacia entregaron el comprobante de compra. "Hubo que pedirlo", recuerda. "Recomendaríamos a los señores farmacéuticos que entregaran el tique sin que el consumidor tenga que pedirlo".
Sanidad alerta de riesgo en el antibiótico más usado
La Agencia Española del Medicamento ha emitido una alerta sobre los efectos de toxicidad en el hígado de la combinación de la amoxicilina y ácido clavulánico. La incidencia de daños es baja (1 cada 10.000 personas), pero el riesgo aumenta porque se trata del producto más consumido. En 2004 se calcula que el sistema nacional de salud dispensó 5,6 millones de tratamientos para adultos y 1,6 millones en niños, lo que representa más de un tercio del consumo total de antibióticos.
La combinación es producida por más de una veintena de laboratorios, ya que se trata de un producto antiguo del que existe genérico. El nombre de la marca original era Augmentine.
Sanidad atribuye la elevada demanda a una mala prescripción al recordar que no es necesaria la combinación para tratar las neumonías causadas por estreptococo (basta con la amoxicilina sola), y que la mayoría de las infecciones respiratorias se deben a virus para los que el antibiótico es ineficaz.
Los precios de un mismo fármaco difieren hasta en un 40% según la marca
Las diferencias de precios entre distintas marcas de un mismo fármaco oscilan entre el 15% y el 40% y son precisamente las especialidades más caras las más recetadas por los médicos y las más vendidas, según un estudio publicado en el último número de la revista Ciudadano. Esta publicación comparó los precios de las diferentes marcas con las que se comercializan en España cinco fármacos de uso muy frecuente: el naproxeno (un antiinflamatorío), el astemizol (un antihistamínico), la cinarizina (prescrita para trastornos del equilibrio), la cimetidina) utilizada en el tratamiento de úlceras pépticas y la amoxicilina (un antibiotico). Los genéricos (comercializados con el nombre del principio activo) suelen ser las especialidades más baratas.En el caso del antibiótico amoxicilina, por ejemplo, prescrito sobre todo para infecciones en atención primaria, una misma caja de 12 cápsulas de 50 miligramos cuesta 326 pesetas comercializada como genérico por los laboratorios Sabater, mientras que la popular marca Clarnoxylo cuesta 568 pesetas. El primero vende sólo 5.200 unidades al año, mientras que el segundo vende más de cinco millones anuales. El consumo de las nueve especialidades más baratas de amoxicilina (que sólo suponen el 10% de las ventas) supondría un ahorro anual de 725 millones de pesetas.
En España, el consumo de genéricos es insignificante, mientras que en EE UU o Alemania supone e1,70% y el 15% respectivamente del consumo de fármacos, según Guillermo Díaz, director del estudio. "El genérico ha sido desprestigiado por algunos sectores a pesar de tener la misma calidad y estar sometido a los mismos controles que los de marca y supone un ahorro indudable en el bolsillo del consumidor y en los presupuestos del Estado", explicó en la presentación del análisis.
España es el segundo país del mundo en gasto farmacéutico según la renta per cápita, por encima de Estados Unidos y Japón, y el país occidental en el que más aumentó el gasto farmacéutico entre 1992 y 1993 (un 12%), según la revista.