Antibiótico contra el sida
Investigadores de la universidad Johns Hopkins (EE UU) han iniciado un estudio sobre el bactrim, uno de los antibióticos más utilizados en el tratamiento de seropositivos y enfermos de sida y que más eficaces se han mostrado en alargar su vida. Los efectos secundarios del fármaco tales como la alergia, fiebre y problemas digestivos, hace que esté contraindicado en la mitad de los pacientes
Estudios británicos sugieren que un medicamento común puede tener efectos mortales
Septrin, un medicamento contra la bronquitis aguda, neumonía e infecciones del oído medio y del tracto urinario, entre otras dolencias, comercializado por los laboratorios británicos WeIlcome, ha podido ser el causante de centenares de muertes dentro y fuera del Reino Unido.Así lo sugiere el rotativo The Sunday Times en su edición de ayer, después de consultar a siete especialistas y analizar los datos publicados por el Comité Nacional para la Seguridad de las Medicinas. Hoffman-La Roche, la compañía farmacéutica con sede en Suiza vende también un producto similar llamado Bactrim. Ninguno de los dos ha sido retirado del mercado mundial.
El prospecto español que acompaña a las tabletas de Septrin lo define como: "un agente quimioterápico bactericida de acción doble". En su composición aparecen dos productos esenciales, trimetoprima y sulfametoxazol. Según las opiniones recabadas por The Sunday Times este último es "innecesario para que el medicamente sea efectivo y se le atribuyen efectos secundarios fatales". La información acumulada por el Comité para la Seguridad de las Medicinas relaciona por lo menos 113 muertes a reacciones adversas ante la presencia de sulfametoxazol. Pero como el mercado farmacéutico británico cubre sólo un 10% del mundial, "la cifra real de fallecimientos puede ascender a varios millares", sigue el rotativo británico.
La trimetoprima fue patentada en 1957 por el Premio Nobel George Hitchings. Él mismo trabajaba en el centro de investigación de Wellcome y la consideró como un buen sustituto de las penicilinas tradicionales. Ambos laboratorios llegaron a un acuerdo e incluyeron los dos productos en una sola pastilla. Los médicos contrarios a dicha combinación aseguran que no es necesario mezclar dos bactericidas. La trimetoprima, además, causa menos efectos secundarios.
Para Welcome, la noticia llega en un mal momento. Los laboratorios afrontan ahora dudas acerca de la efectividad de su producto antisida, el AZT. La compañía desembolsó el pasado año unos 600 millones de pesetas después de que los tribunales irlandeses dictaminaran que su vacuna de la tosferina causó daños cerebrales irreparables.
Avances en el tratamiento de la «diarrea del viajero»
El agua de muchos países y los alimentos crudos que han estado en contacto con ella contienen una gran variedad de microórganismos que se convierten en el azote de los no nativos de estos lugares. Son las víctimas de la llamada diarrea del viajero. Dos avances en el tratamiento de este molesto y peligroso trastorno han sido comunicados recientemente en la revista, médica The Lancet. Médicos británicos que han tratado a soldados de su país destacados en el pequeño país caribeño Belice han visto que una sola dosis de un antibiótico muy potente (la ciprofloxacina) reduce la duración y la gravedad de la diarrea. Esto se consigue administrando el antibiótico inmediatamente después de la aparición de los síntomas. Esta droga no es nueva pero nasta ahora se administraba durante tres o cinco días en tabletas o inyección.Los marinos tratados fueron 83, de los 180 que tuvieron diarrea en las ocho semanas de llegada al territorio, de un total de 500 trasladados. De los 83, 45 recibieron el antibiótico y otros 38 un placebo para comparar efectos. La dosis única de ciprofloxacina redujo en un 50% la duración y gravedad de la enfermedad. Los marinos tratados tuvieron síntomas durante un solo día mientras que los que recibieron placebo la sufrieron durante dos o tres días. Los síntomas fueron típicos de la diarrea del viajero, causada, en su mayor parte, por bacterias como la Escherichia coli o la salmonela.
La ciprofloxacina es una quinolona y los médicos dicen que este tipo de antibióticos es el único que es altamente efectivo y que con una única dosis habrá menos riesgo de que se produzca resistencia. También sugieren que a la ciprefloxacina se añada un medicamento reductor de la motilidad intestinal.
Extraño microrganismo
En Nepal, una pequeña clínica ha logrado desentrañar el misterio de una dolencia intestinal que afecta a viajeros en todo el mundo y que puede durar semanas. Tras cinco años se ha identificado este micoorganismo patógeno, que afecta al intestino delgado: es un coccidio (protozoo parásito) bautizado ciclospora que en el agua resiste agentes desinfectantes como el iodo y el cloro, así como los productos químicos purificadores del agua, y elude los sistemas de filtración.
Este microorganismo es sensible a un antibiótico, el bactrim, que se ha dejado de usar para este tipo de dolencias por la aparición de cepas resistentes a él de los microorganismos que las causan.
Estudios británicos sugieren que un medicamento común puede tener efectos mortales
Septrin, un medicamento contra la bronquitis aguda, neumonía e infecciones del oído medio y del tracto urinario, entre otras dolencias, comercializado por los laboratorios británicos WeIlcome, ha podido ser el causante de centenares de muertes dentro y fuera del Reino Unido.Así lo sugiere el rotativo The Sunday Times en su edición de ayer, después de consultar a siete especialistas y analizar los datos publicados por el Comité Nacional para la Seguridad de las Medicinas. Hoffman-La Roche, la compañía farmacéutica con sede en Suiza vende también un producto similar llamado Bactrim. Ninguno de los dos ha sido retirado del mercado mundial.
El prospecto español que acompaña a las tabletas de Septrin lo define como: "un agente quimioterápico bactericida de acción doble". En su composición aparecen dos productos esenciales, trimetoprima y sulfametoxazol. Según las opiniones recabadas por The Sunday Times este último es "innecesario para que el medicamente sea efectivo y se le atribuyen efectos secundarios fatales". La información acumulada por el Comité para la Seguridad de las Medicinas relaciona por lo menos 113 muertes a reacciones adversas ante la presencia de sulfametoxazol. Pero como el mercado farmacéutico británico cubre sólo un 10% del mundial, "la cifra real de fallecimientos puede ascender a varios millares", sigue el rotativo británico.
La trimetoprima fue patentada en 1957 por el Premio Nobel George Hitchings. Él mismo trabajaba en el centro de investigación de Wellcome y la consideró como un buen sustituto de las penicilinas tradicionales. Ambos laboratorios llegaron a un acuerdo e incluyeron los dos productos en una sola pastilla. Los médicos contrarios a dicha combinación aseguran que no es necesario mezclar dos bactericidas. La trimetoprima, además, causa menos efectos secundarios.
Para Welcome, la noticia llega en un mal momento. Los laboratorios afrontan ahora dudas acerca de la efectividad de su producto antisida, el AZT. La compañía desembolsó el pasado año unos 600 millones de pesetas después de que los tribunales irlandeses dictaminaran que su vacuna de la tosferina causó daños cerebrales irreparables.
Sanidad desmiente cualquier temor acerca del septrin o abactrin
"No hay ningún motivo para dejar de tomar septrin o abactrin". Así de contundente se manifestó ayer el subdirector general de control farmacéutico del Ministerio de Sanidad, José Félix Olaya, en relación con la noticia del diario británico The Sunday Times que atribuye 113 muertes al consumo de ambas medicinas.El director médico del fabricante de septrim en España, Luis Valenciano, aclaró que se trata de todos los fallecimientos por reacciones adversas durante 25 años. "No es que se haya producido un acúmulo. Se deben a reacciones de hipersensibilidad poco frecuentes y que también suceden con otros medicamentos como la penicilina", explicó.
Septrin, de la compañía Wellcome, y abactrin, de Roche, son dos potentes antibacterianos de uso muy común contra infecciones respiratorias agudas, aunque en los últimos años su aplicación se ha concentrado en infecciones de las vías urinarias. Los enfermos de sida son grandes receptores de este tipo de fármacos. Según el urólogo Enrique Pérez Castro, el septrin o el abactrin son "la aspirina de los urólogos", en alusión a su uso frecuente. "En 23 años de experiencia profesional nunca he visto ningún problema con ellos", aseguró.
Ambos están compuestos de cotrimoxaxol, un combinado de trimetoprima y sulfametoxazol. Al último elemento se le atribuye la responsabilidad de las reacciones adversas, cuantificadas en España en 1,42 fallecimientos por millón de habitantes asociadas a su consumo. En consumidores menores de 40 años, la frecuencia es menor, de 0,25 por millón, según indicó Valenciano. "Está en discusión la posibilidad de suprimirlo del medicamento, porque algunos expertos creen que solo con la trimetoprima se consigue casi el mismo efecto que con los dos medicamentos combinados", agregó.
Dos millones de envases
En los últimos 25 años se han prescrito en España unos 150 millones de envases de ambas marcas,pero su uso decrece ante la aparición de fármacos de nueva generación más precisos en su acción terapéutica. Así, en 1985, la Seguridad Social prescribió en régimen ambulatorio 9,5 millones de envases que se han reducido a 2.700 millones en 1992.
"Es un medicamento útil que se va autorregulando. En pocos años probablemente habrá otros más seguros y eficaces", aseguró José Félix Olaya. Desde su punto de vista, las informaciones del rotativo británico "están sacadas de contexto", a partir del informe original del Comité Nacional para la Seguridad de las Medicinas del Reino Unido. "Esta medicación ha salvado muchas vidas", insistió.
Ni el Ministerio de Sanidad, ni los laboratorios responsables de la fabricación de ambos productos en España tienen intención de modificar las actuales condiciones de dispensación e indicación terapéutica.