Tan eficaces y tan caros
Agustín Alconada, abogado especialista en patentes del área de biotecnología del despacho ABG de Madrid, cree que en España no se dan las circunstancias para recurrir a este mecanismo en el caso de sofosbuvir, de marca comercial Sovaldi. “No estamos ante una pandemia ni tampoco ante una enfermedad incontrolada frente a la que no contamos con otros tratamientos”, explica. Aunque menos eficaces, este abogado plantea que hay terapias alternativas. Por ello, considera que la situación actual ante la hepatitis C no encaja en las condiciones que marca la ley de patentes.
Y eso que España, como Francia y Bélgica, es uno de los países que “han introducido modificaciones legislativas para permitir la concesión de licencias obligatorias en unas condiciones aún menos estrictas que lo que contempla el ADPIC”, como destaca Alconada. En concreto, la Ley de Patentes española establece que por motivo de interés público el Gobierno podrá conceder licencias obligatorias. Las condiciones que exige para ello son que “la iniciación, el incremento o la generalización de la explotación del invento [en este caso el fármaco] o la mejora de las condiciones en que tal explotación se realiza sean de primordial importancia para la salud pública”.
Farmaindustria, la organización que agrupa a los laboratorios, estima que plantear una iniciativa así en España “carece de fundamento en la actual coyuntura”. La expropiación o revocación de la patente “perjudicaría notablemente la imagen exterior de España y su estabilidad interna”, asegura. La medida generaría “una desconfianza en nuestro país, como mercado poco fiable, y pondría en riesgo inversiones futuras”. “Hay que trasladar a la población que las patentes son un mecanismo fundamental para garantizar la eficiencia económica, la libre competencia y fomentar la investigación”, añade la organización.
Existen precedentes de países que han amenazado con recurrir a esta opción, y no necesariamente en Estados en desarrollo. Estados Unidos lo hizo con Bayer para fabricar ciprofloxacina (Cipro) en número suficiente a precio reducido, cuando en 2001 se extendió el temor de un ataque masivo con ántrax tras el envío de cartas con esporas de carbunco enviadas a funcionarios. La respuesta de Bayer fue bajar sustancialmente el precio del medicamento.
Canadá no solo se sumó a la amenaza, sino que el titular de Sanidad llegó a encargar a un laboratorio (Apotex) la fabricación de genéricos de ciprofloxacina. “Los canadienses piden y esperan de su Gobierno que tome los pasos necesarios para proteger su salud y su seguridad”, explicó Raymond Kovach. Finalmente la situación se recondujo y se alcanzó un pacto con Bayer.
Tailandia (2006) o Brasil (2007) han concedido licencias obligatorias para antirretrovirales contra el virus del sida. E Indonesia, India, Vietnam y Corea del Sur (entre 2003 y 2006) han conseguido que Roche llegara a acuerdos con fabricantes locales para asegurar el abastecimiento de tamiflú (un medicamento antiviral frente a la gripe asiática) con la amenaza de hacer uso de esta estrategia.
Rohit Malpani, director de Políticas y Análisis de la Campaña de Acceso a Medicamentos Esenciales de Médicos Sin Fronteras (MSF), afirma: “Creemos que todos los países, incluidos los europeos, deben usar los derechos garantizados por el acuerdo ADPIC cuando se les cobran precios inasequibles, como ocurre con el sofosbuvir”. “Esto incluye el uso de las licencias obligatorias. Los países europeos están siendo víctimas de sus propias malas políticas”, sostiene.
El tiempo para curar la gonorrea se agota
Mark King ha tenido tantas veces la gota matinal [como también se conoce a la gonorrea] que la ha rebautizado como "el chaparrón". La primera vez fue a finales de la década de 1970, cuando era adolescente y vivía con sus cinco hermanos en Luisiana. Entonces se le presentaron los síntomas que delatan la dolencia: ardor y dolor al orinar y una secreción espesa que dejaba una mancha en los calzoncillos.
Igual que unos años atrás, el médico le dio un puñado de antibióticos. Tenía que tomarlos unos cuantos días y la infección desaparecería. Nada serio. King lo describe como "pan comido". "Era un precio bajo por estar activo".
No obstante, en muchos sentidos era la calma que precedía a la tormenta.
Cuando King volvió a contraer la gonorrea en la década de 1990, fue un gran alivio comprobar que el tratamiento consistía en una única dosis. La penicilina ya no era eficaz. Entonces se recomendaba la ciprofloxacina, que se administraba de una sola vez. A ojos de King, contraer la gonorrea era una minucia.
Sin embargo, lo que el cambio indicaba en realidad era que los tratamientos habían empezado a dejar de funcionar. La bacteria Neisseria gonorrhoeae se estaba volviendo resistente a casi todos los medicamentos utilizados hasta entonces para combatirla.
El problema de la resistencia a los antibióticos
Cuando, en 1945, Alexander Fleming recibió el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento de la penicilina, concluyó su discurso con una advertencia: "Existe el riesgo", avisó al público, "de que el hombre ignorante tome una dosis inferior a la indicada y que, al exponer sus microbios a cantidades no letales del fármaco, los vuelva resistentes". En otras palabras, conocemos la capacidad de las bacterias de desarrollar resistencia a los medicamentos desde los inicios de la era de los antibióticos.
Se calcula que la dolencia afecta cada año a 78 millones de personas, lo cual la convierte, según la OMS, en la segunda infección bacteriana transmitida a través del contacto sexual con más casos registrados después de la clamidiasis.
La enfermedad puede causar infecciones en los genitales, el recto y la garganta. Algunos de sus síntomas son las secreciones de la uretra o la vagina y la uretritis, o ardor al orinar, provocada por la inflación de la uretra. No obstante, es corriente que los afectados no presenten síntomas. En consecuencia, no son diagnosticados ni reciben tratamiento.
Las complicaciones de una infección no tratada pueden ser graves y afectan en mayor proporción a las mujeres, ya que la ausencia de síntomas es más frecuente entre ellas. Si no se medica, la gonorrea no solo aumenta el riesgo de contraer sida, sino también el de sufrir una inflamación pélvica, que puede causar embarazos ectópicos e infertilidad. Además, en el caso de las mujeres embarazadas existe el riesgo de que la enfermedad se transmita al feto y le provoque ceguera.
Turismo sexual y gonorrea en Asia
Tailandia se encuentra en primera línea de la lucha contra la gonorrea resistente a los antibióticos. El país es uno de los principales destinos del turismo sexual, en el que las ETS, la gonorrea entre ellas, se pueden propagar con facilidad y rapidez más allá de sus fronteras. Y, al igual que muchos otros países de la zona, en él la venta de antibióticos sin receta es una práctica habitual. En consecuencia, los pacientes se exponen a sí mismos a que se les prescriba el medicamento equivocado, o a peligros aún peores.
Los estudios han demostrado que, en los países en los que los antibióticos se despachan sin receta, la gente suele acudir al farmacéutico más que al médico. No obstante, aunque los expertos reconocen que restringir la venta de antibióticos ‒en particular en las zonas rurales y remotas donde escasean los verdaderos médicos, si es que hay alguno‒ no es la solución, sigue representando uno de los principales desafíos en la lucha contra las infecciones resistentes a los fármacos.
"El problema es que, cuando vas a la farmacia y tomas antibióticos, es posible que los síntomas desaparezcan, pero que todavía tengas la enfermedad. Eso significa que la puedes transmitir y causar más resistencia", explica Wi.
La libre distribución de antibióticos sin receta no se limita solo a Tailandia. Se trata de un enorme problema que no deja de crecer y que causa preocupación en toda la zona, así como en otras partes del mundo, sin que se sepa con claridad cómo afrontarlo.
También en los países ricos, donde cabría esperar que existiesen unas directrices de tratamiento más estrictas, se han distribuido antibióticos que probablemente habían dejado de hacer efecto a los pacientes de gonorrea. De hecho, un estudio publicado en la revista médica BMJ en 2015, descubrió que en Inglaterra muchos médicos de cabecera recetaban ciprofloxacina a pesar de que se había dejado de recomendar para el tratamiento de la gonorrea desde 2005. En 2007, las recetas de este antibiótico seguían representando casi la mitad de las extendidas contra la enfermedad, y en 2011 los médicos de familia la recetaban en el 20% de los casos.
España es el segundo país europeo que más antibióticos consume y el 30% sin prescripción
La ministra de Sanidad, Elena Salgado, ha presentado hoy una campaña para frenar el uso inadecuado de antibióticos en España, el segundo país europeo que más medicamentos de este tipo consume por habitante después de Francia. Aunque requieren receta, cerca del 30% se toman sin prescripción facultativa. Lo más grave es que su uso irresponsable está provocando la aparición de cepas bacterianas resistentes, por lo que fármacos que fueron útiles en su día para combatir determinadas infecciones han dejado de serlo. De hecho, según datos de Salgado, ya hay un 5% de infecciones por neumococos que han dejado de responder a la penicilina.
España se encuentra además entre los países de Europa con mayor grado de automedicación con antibióticos y de acopio de ellos en el hogar. También ha indicado la ministra que el 90% de la prescripción de antibióticos se realiza en las consultas de atención primaria y que la población infantil es la más expuesta a recibir múltiples tratamientos con antibióticos.
Para reducir el consumo inadecuado, Sanidad ha puesto en marcha una campaña de concienciación, dirigida tanto a profesionales sanitarios como a la población en general. En la presentación de esta iniciativa, que cuesta 6,4 millones de euros, Salgado ha explicado que tomar antibióticos cuando no se necesitan hace que las bacterias se hagan resistentes. En España este tipo de fármacos se utilizan mal por consumirse en procesos gripales o catarrales, que, al estar producidos por virus, no deben atajarse con antibióticos, ya que no son eficaces para estas patologías.
"Pueden dejar de curar"
También se usan inadecuadamente cuando dejan de tomarse antes de lo indicado por el médico, un hecho que provoca no sólo que los gérmenes no se eliminen, sino que, además, se hagan más fuertes y se contagien, por tanto, reforzados. Para atajar estas malas prácticas, se lanza la campaña que, con dos anuncios, estará en la calle hasta el próximo mes de diciembre bajo el lema Sin tu ayuda, los antibióticos pueden dejar de curar. El primero estará dirigido a toda la población y el segundo, a los padres y madres, responsables de la salud de sus hijos. Concretamente, se emitirán más de 3.000 anuncios de televisión y 600 cuñas en radio, se realizarán unas 200 inserciones en prensa, se colocarán más de 7.600 soportes de publicidad exterior y se incluirán 10 millones de impresiones en Internet.
También se han editado dos millones de folletos destinados a los ciudadanos y 25.000 carteles que se distribuirán entre las oficinas de farmacia. En cuanto a la campaña diseñada para los profesionales sanitarios, consistirá en el envío de un informe científico a médicos de familia y pediatras, en el que se les recordarán aspectos como que la causa de la mayoría de los procesos patológicos pediátricos es de origen vírico y no son susceptibles, por tanto, de recibir tratamiento antibiótico.
En el informe se recuerda a los profesionales que España muestra registros muy desfavorables de resistencia a los antibióticos, especialmente en patógenos bacterianos de ámbito extra hospitalario. Cita como ejemplo el caso de la Escherichia coli, una de las bacterias que forma parte de la flora intestinal y de gran prevalencia en patología infecciosa. Según la red oficial europea de vigilancia de la resistencia a antibióticos, la resistencia al antibiótico ciprofloxacino en España ha aumentado del 17,2% en el 2001 al 29,2% en el 2005, y dicha resistencia es una de las más elevadas de Europa.
Las autoridades sanitarias estadounidenses deciden cambiar de antibiótico para combatir el ántrax
Los posibles efectos secundarios de la ciprofloxacina han hecho que las autoridades sanitarias de Washington decidan cambiar de antibiótico para tratar a las personas que han estado expuestas a las esporas de ántrax.
Según ha explicado el responsable local de Salud, Ivan Walks, a la cadena de televisión CNN, las personas que están siendo tratadas, más de un millar, recibirán a partir de ahora doxiciclina, un antibiótico que el cuerpo asimila con más facilidad.
El Centro de Contro y Prevención de Enfermedades estadounidense (CDC) ha explicado que el órgano federal de supervisión sanitaria, la Food and Drug Administration, aprueba el uso de tres medicamentos para tratar el ántrax: la penicilina, la doxiciclina y la ciprofloxacina.
Éste último antibiótico, fabricado por Bayer, puede producir erupciones cutáneas, náuseas y alergias potencialmente mortales si se utiliza durante un tiempo prolongado.
Avances en el tratamiento de la «diarrea del viajero»
El agua de muchos países y los alimentos crudos que han estado en contacto con ella contienen una gran variedad de microórganismos que se convierten en el azote de los no nativos de estos lugares. Son las víctimas de la llamada diarrea del viajero. Dos avances en el tratamiento de este molesto y peligroso trastorno han sido comunicados recientemente en la revista, médica The Lancet. Médicos británicos que han tratado a soldados de su país destacados en el pequeño país caribeño Belice han visto que una sola dosis de un antibiótico muy potente (la ciprofloxacina) reduce la duración y la gravedad de la diarrea. Esto se consigue administrando el antibiótico inmediatamente después de la aparición de los síntomas. Esta droga no es nueva pero nasta ahora se administraba durante tres o cinco días en tabletas o inyección.Los marinos tratados fueron 83, de los 180 que tuvieron diarrea en las ocho semanas de llegada al territorio, de un total de 500 trasladados. De los 83, 45 recibieron el antibiótico y otros 38 un placebo para comparar efectos. La dosis única de ciprofloxacina redujo en un 50% la duración y gravedad de la enfermedad. Los marinos tratados tuvieron síntomas durante un solo día mientras que los que recibieron placebo la sufrieron durante dos o tres días. Los síntomas fueron típicos de la diarrea del viajero, causada, en su mayor parte, por bacterias como la Escherichia coli o la salmonela.
La ciprofloxacina es una quinolona y los médicos dicen que este tipo de antibióticos es el único que es altamente efectivo y que con una única dosis habrá menos riesgo de que se produzca resistencia. También sugieren que a la ciprefloxacina se añada un medicamento reductor de la motilidad intestinal.
Extraño microrganismo
En Nepal, una pequeña clínica ha logrado desentrañar el misterio de una dolencia intestinal que afecta a viajeros en todo el mundo y que puede durar semanas. Tras cinco años se ha identificado este micoorganismo patógeno, que afecta al intestino delgado: es un coccidio (protozoo parásito) bautizado ciclospora que en el agua resiste agentes desinfectantes como el iodo y el cloro, así como los productos químicos purificadores del agua, y elude los sistemas de filtración.
Este microorganismo es sensible a un antibiótico, el bactrim, que se ha dejado de usar para este tipo de dolencias por la aparición de cepas resistentes a él de los microorganismos que las causan.